Espigas en perros: el peligro oculto del verano y cómo proteger a tu mascota

Descubre por qué las espigas son tan peligrosas para los perros en verano, cómo detectarlas a tiempo y qué hacer para evitar emergencias veterinarias.

Cuidado Canino··5 min
Perro con expresión preocupada entre campo de espigas secas al atardecer

El verano trae consigo un peligro oculto para nuestros perros que muchos dueños desconocen: las aparentemente inofensivas espigas. Estas pequeñas plantas secas se convierten en auténticas armas para la salud canina, causando desde infecciones hasta cirugías de emergencia. En este artículo te explicamos por qué son tan peligrosas, cómo detectarlas a tiempo y los mejores consejos para proteger a tu mascota durante los paseos estivales.

¿Por qué las espigas son tan peligrosas para los perros?

Las espigas, esas pequeñas estructuras vegetales que coronan muchas hierbas silvestres, están diseñadas por naturaleza para adherirse y penetrar. Su forma de flecha microscópica les permite avanzar en una sola dirección: hacia dentro. Cuando se clavan en la piel de tu perro, no pueden retroceder, lo que las convierte en peligrosos cuerpos extraños que pueden migrar a zonas profundas del cuerpo.

Los casos más comunes ocurren en orejas (causando otitis dolorosas), entre los dedos (formando abscesos) e incluso en nariz y ojos. En situaciones extremas, algunas espigas han llegado a perforar pulmones, requiriendo cirugías complejas para su extracción.

Primer plano de una espiga mostrando sus peligrosas microagujas
La estructura en forma de flecha de las espigas les permite penetrar fácilmente en la piel

Zonas de mayor riesgo en tu perro

Algunas áreas del cuerpo canino son especialmente vulnerables a las espigas. Las orejas, con su forma de túnel, son trampas perfectas para estas plantas. Una vez dentro, la espiga solo puede avanzar hacia el tímpano, causando dolor intenso e infección.

Las patas, especialmente entre las almohadillas y dedos, son otra zona crítica. Los perros de pelo largo tienen mayor riesgo, ya que las espigas pueden quedar ocultas en su pelaje y migrar hacia la piel sin ser detectadas. Los pliegues corporales y áreas con flequillo (como alrededor de los ojos) también son puntos de peligro.

Señales de alerta: cómo saber si tu perro tiene una espiga

Los síntomas varían según la ubicación de la espiga. En orejas: sacudidas bruscas de cabeza, rascado constante e inclinación de la cabeza hacia un lado. En patas: cojera repentina, lamido excesivo de una zona específica o hinchazón entre los dedos. En nariz: estornudos violentos y repetidos, a veces con sangre.

Si notas alguno de estos signos después de un paseo por zonas con hierba seca, acude inmediatamente al veterinario. Intentar extraerla tú mismo puede empeorar la situación, ya que podrías romper la espiga o empujarla más adentro.

Veterinario examinando cuidadosamente la pata de un perro
La revisión profesional es crucial cuando se sospecha de una espiga

Consejos prácticos para prevenir problemas con espigas

1. Revisión post-paseo: Después de cada salida, examina minuciosamente orejas, patas (especialmente entre dedos), axilas y zona genital. Usa tus dedos para palpar bultos anormales.

2. Mantén el pelo recortado: En perros de pelo largo, un corte de verano puede reducir riesgos. Pide a tu peluquero canino que dé especial atención a las patas, orejas y zonas con pliegues.

3. Evita zonas de riesgo: Durante los meses secos, opta por paseos en áreas urbanas o parques bien cuidados en lugar de campos con hierba alta y seca.

4. Equipo de protección: Considera el uso de botines protectores para perros en salidas al campo o chalecos protectores para razas especialmente vulnerables.

Conclusión

Las espigas representan uno de los peligros estacionales más subestimados para nuestros perros. Su capacidad para causar infecciones graves y dolorosas requiere que los dueños estemos especialmente atentos durante los meses de verano. La prevención mediante revisiones cuidadosas y la evitación de zonas de riesgo puede ahorrarte visitas de emergencia al veterinario y, lo más importante, proteger el bienestar de tu fiel compañero.

¿Tu perro ha tenido algún problema con espigas? Comparte tu experiencia en los comentarios para ayudar a otros dueños a estar alerta. ¡No olvides compartir este artículo con otros amantes de los perros!

Preguntas frecuentes

¿Qué debo hacer si creo que mi perro tiene una espiga clavada?

No intentes extraerla tú mismo. Acude inmediatamente al veterinario, ya que las espigas pueden romperse o introducirse más profundamente con manipulaciones incorrectas. Mantén a tu perro tranquilo y evita que se rasque o lama la zona afectada.

¿Cómo puedo proteger a mi perro si vivimos en el campo?

En zonas rurales, mantén el césped cortado alrededor de tu casa y crea caminos definidos para los paseos. Revisa a tu perro varias veces al día, especialmente después de estar en zonas con hierba alta. Considera el uso de protectores para patas y orejas en temporada de espigas.

¿Las espigas son peligrosas todo el año?

El mayor riesgo ocurre en los meses secos de verano cuando las plantas maduran y las espigas se secan, volviéndose duras y punzantes. En primavera, cuando las plantas están verdes, el peligro es menor pero no inexistente.

¿Hay razas de perros más propensas a problemas con espigas?

Los perros con orejas caídas (como Cocker Spaniels), pelo largo (como Golden Retrievers) o muchos pliegues cutáneos (como Shar Peis) tienen mayor riesgo. Sin embargo, ninguna raza es inmune a este peligro.

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